Construir en un lugar como el Valle del Jerte es un privilegio. Tanto más cuanto el programa al que se pretende dar cabida tiene un marcado carácter festivo.
Surge así la necesidad de proyectar un edificio confiado y alegre, cuyo uso sea ocasión de disfrutar de una arquitectura llena de sugerencias, en la cual quede reflejado el aleteo luminoso y liberador que produce la alegría de vivir.
Partiendo de este supuesto, proponemos un edificio en el que encuentren resonancia de algún modo los cantos que la naturaleza del Valle entona: las gargantas, los bancales de cerezos y el aire diáfano y perfumado de comienzos de la primavera.
Se parte de un bloque rectangular en el que se horadan patios circulares como los huecos que el agua ha excavado en los cauces de los torrentes. Estos patios configuran la planta como el espacio restante entre ellos. El uso interno del edificio se convierte en un deslizarse entre patios circulares que, como si fueran enorme burbujas, inundan todo de luz mientras que el uso de los patios nos recuerda los remansos de agua y de sol.
Todo el edificio está construido en hormigón blanco con marcas profundas con forma de ramas de cerezo y vidrio curvo serigrafiado con las mismas ramas de cerezo en los huecos de los patios. El pavimento interior es hormigón de cuarzo pulido y el exterior adoquines de granito dorado. Un bancal de piedra le sirve de basamento.
De este modo aparece una lectura del edificio como un macizo de ramas blancas que se aposenta sobre un bancal. La visión desde el interior de las ramas de cerezo serigrafiadas entrecruzándose con las de los cerezos de fuera refuerza esta ilusión así como la visión exterior de los reflejos de ramas sobre las ramas serigrafiadas.
El edificio se sitúa en la zona más alta de la parcela, realizando las operaciones necesarias con la red de saneamiento existente, sobre un plinto de piedra que lo coloca en posición privilegiada con vistas al valle. El resto del terreno se cubre con una red de caminillos que bajan, acoplándose a los desniveles existentes hasta una pequeña explanada para actos al aire libre. En los espacios instersticiales se plantarán cerezos.
La sala para quinientas personas se puede dividir mediante tabique móviles en tres salas más pequeñas acoplando las sillas según las necesidades. El escenario o estrado es una plataforma elevadora que baja hasta un nivel inferior donde tenemos un almacén y zona de instalaciones. Colocando las sillas en dicha plataforma se bajan todas al almacén. Y subiendo la plataforma damos la altura deseada al escenario.
La climatización del edificio se propone totalmente sostenible mediante bomba de calor geotérmica. Este sistema capta el calor almacenado en la tierra mediante circuitos de agua glicolada y lo introduce en el edificio a través del suelo radiante. Como toda bomba de calor el funcionamiento es reversible, pudiendo evacuar el calor del edifico al terreno. Es totalmente viable para edificios de este tamaño situados en entorno natural, ya que sólo es necesaria una superficie de captación lo suficientemente grande con el suelo al natural y maquinaria mínima de compresión y evaporación. Este sistema puede estar en continuo funcionamiento con un consumo mínimo de energía eléctrica.
La estructura estaría formada por los muros de hormigón y losa aligerada vertida in situ de canto 50 centímetros reforzada en los puntos necesarios con vigas de canto invertido.
2008