Alegría de vivir. Villa Erskine.

Preciosa casa de Erskine, miembro nórdico de una familia a la que también podrían pertenecer los Eames, los Smithson o incluso el primer Charles Moore, expertos en sacar de encargos modestos grandes cosas. Esta casa se me antoja, y es algo que me ocurre con el resto de su obra, una casa alegre.

Alegre porque es capaz de conseguir con elementos vulgares o a priori inapropiados (los elementos prefabricados de hormigón para construir una pequeña vivienda podrían en principio parecerlo) una arquitectura tremendamente valiosa.

Alegre porque es inclusiva, en el sentido de que acoge sin reparos al que llega y lo que llega: admite todo lo que el habitante introduzca en ella, aunque sean objetos de naturaleza dispar, con tal que a su dueño le parezcan interesantes, sin que la casa pierda nada ni empeore. Nada parece sobrar en ella, no sólo porque su arquitectura sea clarísima y redonda, con pocas decisiones correctamente tomadas, que lo es, sino porque lo admite todo sin perjuicios.

Alegre porque las supuestas incomodidades (si es que realmente existen) de la habitación grande que sirve para todo y está comunicada con todo, se asumen o se desprecian y se saca el máximo partido a un espacio que podría haber sido banal.

Y creo que esta es una gran cualidad. Sabemos que uno de los cometidos de la arquitectura es el de comunicar. Pues bien esta casa está hablando, está cantando a gritos la alegría de vivir. De un vivir sin pretensiones y seguramente con estrecheces. Lo cual no tiene por qué mermar la alegría. Lo dice el hecho de escoger el módulo prefabricado de hormigón que luego modifica a su antojo para acoplarlo al solar y hacerlo vividero, lo dice la cubierta de chapa levemente posada sobre él en lo que viene a ser una mezcla de elegancia, desenfado y rigor de lo estrictamente necesario. Lo dice el haber logrado un perfecto enraizamiento en el solar. Lo dice su jardín, denso de relaciones y de lugar. Lo dicen de manera especial sus interiores colmados de vida. Y este contar, este proclamar claramente pero con elementos sencillos la alegría de la vida me resulta, por encima de todas las demás cualidades de la casa, algo sobresaliente, necesario e impagable.

 

Publicado en Circuito de Arquitectura (revista electrónica trimestral), Invierno 2011, p. 50.

Disponible en: http://circuitodearquitectura.org/revista/2011/primavera/01_INVIERNO_2011.pdf

Imágenes

Cabecera: Egelius, Mats, Ralph Erskine, architect, Estocolmo, Byggforlaget, 1990 p. 65

Central: Egelius, Mats, Ralph Erskine, architect, Estocolmo, Byggforlaget, 1990 p. 62

Final: Egelius, Mats, Ralph Erskine, architect, Estocolmo, Byggforlaget, 1990 p. 63